Lo hizo al concretar el octavo documento de su cine testimonial que encadenó desde 2004 y que este jueves llegó a los cines argentinos.
"Viaje a los pueblos fumigados", que tuvo exhibiciones especiales en el último Festival de Berlín, demuestra el peso del apellido Solanas en el mundo del cine, ya que su "Viaje..." no es el primer filme con esta temática que se hace en el país pero, seguramente, sí será la película con mayor repercusión mediática y de espectadores.
En febrero pasado, y antes de la proyección en Berlín, Solanas le dijo que "en la Argentina se producen alimentos con veneno".
Todo cultivo agrícola utiliza agrotóxicos venenosos y muy peligrosos, porque enferman con capacidad de matar a los consumidores.
Son tan tóxicos que la mayor parte de estos agroquímicos producen malformaciones hereditarias'.
En esa línea, el cineasta apuntó que la investigación sobre las secuelas sociales y ambientales que provoca el modelo agrícola transgénico 'revela hasta qué punto la Argentina -que fue considerada uno de los graneros del mundo y generaba en suelos y pasturas naturales- produce granos, carnes y alimentos con agrotóxicos y sustancias químicas'.
Por trayectoria y por obra, el autor, de 82 años, genera una vidriera fenomenal para que asuntos centrales como la propiedad de la tierra y por qué comemos lo que comemos encuentren un cauce para desplegarse.
La recorrida por geografías y testimonios van del relato vivencial al análisis, de la foto del despojo a una explicación de su causa, pero no abandona jamás el tono de denuncia y tampoco evita poner al cineasta y senador nacional en el foco como testigo, entrevistador y relator con su estilo sentencioso y didáctico.
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