Tras el cierre de las exportaciones de carne vacuna que dispuso el presidente Alberto Fernández, son muchos los frigoríficos que se vieron en la disyuntiva de cómo mantener el nivel de actividad que venían teniendo antes de la prohibición del Gobierno.
A los frigoríficos Friar y Recreo y la planta de Rafaela Alimentos, en la provincia de Santa Fe, que redujeron su faena, se sumó el caso de Procesadora Ganadera Entrerriana SA, de capitales chinos que anunció que hasta el 21 del actual no faenará hacienda. La planta ubicada en San José, en el departamento de Colón, posee 350 empleados y coloca 75% de su producción en China.
Vale recordar que la medida implementada por el Gobierno vence el 19 del actual. Las empresas exportadoras esperan con expectativa la reapertura, “aunque ignoran bajo qué condiciones”.
El 17 de mayo pasado, Fernández reunió a los exportadores y les comunicó que, para frenar la suba del precio de la carne en el mercado local, prohibía las ventas al exterior. La medida se formalizó el 20 en el Boletín Oficial. Solo quedó abierta la posibilidad de exportar cuotas Hilton y 481 de carne a Europa y a los Estados Unidos.
“Básicamente, lo que nos pasa es que sufrimos las mismas consecuencias que la mayoría de los frigoríficos que es no poder trabajar”, señalaron en diálogo con "La Nación" fuentes cercanas a la planta entrerriana.
Si bien la planta está habilitada para exportar a Hong Kong, Brasil, Togo, Argelia, Ghana, Angola, Costa de Marfil, República del Congo, Gabón, Barbados y Arabia Saudita, su faena está dirigida principalmente hacia China, donde el 75% es de las categorías vaca manufactura y toro. El resto se hace para mercado interno. Según detallaron, por semana se procesan alrededor de 450.000 kilos.
En este contexto, la mayor parte de los 350 trabajadores directos que tiene el frigorífico fueron notificados que hasta esa fecha tendrán “garantía horaria”, donde se les reconoce un mínimo de horas.
“Lo que sucede es que no podemos exportar. Tenemos las cámaras llenas y se tuvo que tomar esa decisión con los empleados, solo están trabajando gente de mantenimiento y administrativos que se encargan del pago a proveedores”, informaron.
La llamada garantía horaria es una prestación en dinero que sustituye el sueldo pero que no representa el monto que venía cobrando cada empleado, sino que es menor. Asegura un ingreso puntual que toma como base una diferencia entre un número estándar de horas por cada quincena y el tiempo efectivo que cada trabajador cumplió.
“Como hace más de un año que está la pandemia, los empleados ya se tomaron todas las vacaciones disponibles y pendientes que tenían. La propuesta de pago son unas 70 horas semanales”, indicaron.
Asimismo, contaron que ni bien se decretó la medida, hubo algunos contenedores que pudieron salir y las cámaras liberaron algo de espacio, por lo que hasta la semana pasada continuaron faenando.
“Ahora las cámaras están al límite, ya se completaron y no queda nada de lugar donde colocar la carne. Si bien se espera que esto acabe pronto, el impacto económico para los empleados locales es enorme. San José es una ciudad turística y por la pandemia esa actividad es mínima, por lo que conseguir trabajo se torna muy difícil en estos tiempos”, remarcaron en una nota de Mariana Reinke publicada hoy en "La Nación" de Buenos Aires.
En su sitio web, se destaca que posee una capacidad de faena y desposte de 9000 animales por mes y que fue creado en 1954. En 2014 fue adquirido por capitales chinos. Es una planta mediana de ciclo completo que incluye playa de faena, despostada y conservas enlatadas.
Fuente: La Nación
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