La profesional en pasteleria Natalia Cettour preparó una mousse de lavanda y chocolate mientras que el chef César Lizarraga, alitas de pollo con mayonesa de Lima y jalapeños, entre otras delicias.
Una actividad poco común, donde el Museo abrió sus puertas al mundo de las especias, masas, frutas y la calidad de sus hacedores.
La tranquilidad de la siesta sanjosesina y el olor a sabores atrapantes logró que el cardenal revoloteara el espacio y la paloma torcaz abandone su andar para posarse en el brocal del aljibe.
Desde la institución, agradecen a los profesionales por realizar esta presteza en nuestro Museo y al Sr. José Luis González por las fotografías.
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