Este proyecto surge debido a que la ciudad de San José necesita incorporar inmuebles aptos para la radicación de diferentes estructuras, como una terminal, espacios para escuelas, entre otras. Se trata de un convenio realizado entre el Departamento Ejecutivo Municipal y propietarios de inmuebles pasibles de ser loteados.

A efecto de conseguir estos lotes, el Estado permitiría al privado dimensiones especiales en los terrenos, las manzanas y las calles.

En la Comisión, los profesionales agrimensores sugirieron que los terrenos deben tener un frente mínimo de 10 metros, al mismo tiempo que dieron su postura sobre el ancho mínimo de calles.

Los corredores inmobiliarios plantearon sus inquietudes y se comprometieron a elaborar un informe y presentarse nuevamente ante los Concejales para realizar aportes.