Así como antes había que sentarse frente a la radio para seguir las radionovelas, la llegada de la televisión modificó completamente los hábitos existentes hasta el momento.

Muchos seguramente recordarán las grandes telenovelas del genial Alberto Migré en el viejo Canal 9 de Romay, que batían records de rating, “Los Cien días de Ana” con la participación de Andrea del Boca y Sylvestre por ATC, o más aquí en el tiempo las producciones de Polka realizadas por Adrián Suar en el Trece. Los culebrones mexicanos, las mega producciones brasileñas emitidas por Telefe o las exitosas novelas turcas de los últimos años.

Pero ahora, en tiempos de Netflix y redes sociales (pandemia por medio) las historias de amor transitan por otro lado, y hasta pareciera que en San José, tenemos también a nuestro Arnaldo André o Gabriel Corrado de las telenovelas.

La tensa situación que vivió la ciudad de San José esta semana, con la confirmación de algunos casos positivos de coronavirus dentro un entorno familiar, y las aventuras de un señor que a sabiendas de ese probable diagnóstico igualmente concurrió a un cajero automático, provocó diversas reacciones en la comunidad, pasando por el miedo, el enojo, hasta llegar al humor y el sarcasmo.

Es así que se han podido ver comentarios de todo tipo a través de las redes sociales y memes muy ingeniosos. Pero sin lugar a dudas que los que han circulado como reguero de pólvora, y se han viralizado a mansalva han sido los audios de Whatsapp, los cuales sin lugar a duda se llevan el primer puesto.

“Una voz en el teléfono” puede llegar a decir alguno...puede ser, pero para que no suene tan antiguo, ahora a esta novela la podríamos llamar, “Una voz en el celu”, porque se trata de audios de gente anónima o no tanto, que va relatando supuestos entramados amorosos, casos de infidelidad y contagios de Covid 19, con el agregado de condimentos que hacen que la trama sea cada vez más atrapante. Historias tragicómicas donde por momentos pareciera que se mezcla la realidad con la ficción.

Auténticos culebrones donde ni siquiera hay que esperar al día siguiente para saber cómo sigue la historia, porque durante el mismo día, desde la mañana hasta la noche, van apareciendo nuevos capítulos que se replican por toda la ciudad e incluso más allá. Es que gracias a la tecnología de hoy en día, esos audios trascienden las fronteras (al mejor estilo de las versiones internacionales de los teleteatros, cuando esas famosas coproducciones eran vendidas al extranjero para deleite de otros públicos) por lo que tranquilamente alguien residente en algún lugar lejano puede seguir los distintos episodios como si estuviera en la “city” sanjosesina.

Son nada más y nada menos que los famosos “chusmerios” por no decir otra palabra, que en otro tiempos nos obligaban a ir al negocio del barrio para enterarnos o a encontrarnos con la vecina que todo lo sabía. Hoy en día, como vemos (mejor dicho escuchamos) eso ya no es necesario. Los “chismes” llegan a nosotros sin salir de casa, prácticamente al instante y con una rapidez asombrosa, gracias a Don Whatsapp.

En este caso se trata de supuestos hechos que se han viralizado de una manera asombrosa, situaciones, por cierto, para nada gratas que en tan solo un par de días, nos han hecho tristemente célebres a los sanjosesinos y que seguramente provocan vergüenza, enojo o amargura en los involucrados o en algún sector de la comunidad, pero que al fin y al cabo (viéndole el lado positivo, si es que lo tiene) llegaron para aportar una cuota de humor en estos tiempos tan difíciles de sobrellevar.

El tiempo nos dirá si continúan estas historias y si aparecen nuevos personajes en escena. ¿Surgirán nuevos galanes? ¿Quién se llevará el premio a la revelación del año? ¿Desenpolvarán viejos libretos que parecían olvidados? ¿La realidad superará a la ficción o la ficción superará a la realidad?

Como vemos San José da para todo. “Si no vivís en San José jodete”, decía alguien hace tiempo y es un dicho que parece no perder vigencia a la luz de los últimos acontecimientos que nos brindan una muestra de como somos como sociedad.

Continuara...

Foto: Ilustrativa

PD: “Los personajes y hechos retratados en este artículo son completamente ficticios. Cualquier parecido con personas verdaderas o con hechos reales es pura coincidencia”.