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Sociedad

La Colonia se une para celebrar los 60 años de la gruta a San Isidro Labrador

Este domingo la zona rural de la ciudad de San José, en la Colonia Nueva al Norte, será escenario de fiesta. La gruta que brinda culto a San Isidro Labrador cumple 60 años y todos los que vivieron su fundación y le pidieron y agradecieron tantas vece

Las celebraciones serán este domingo 23 de septiembre en el Predio de la Capilla, comenzando a las 9:10 hs la procesión desde la casa de Oscar Gileno, a las 10 hs la celebración de la Misa, finalizando a las 12 hs con un almuerzo. Para este último se encuentran a la venta las tarjetas, los costos son de $280 mayores y $120 niños de 3 a 12 años, incluyen asado, ensalada y postre (sin bebida – habrá servicio de cantina).



Las misiones protegieron la colonia

La historia de esta gruta comienza con el Padre Miguel Mayoraz (sacerdote y monje Benedictino). Él visitaba las colonias donde nació cuando contaba con vacaciones, iba a la casa de su hermano Cirilo Mayoraz en Colonia Nueva al Norte y misionaba en la zona.

Todos los días celebraba misa en la casa de él y luego de la misma conversaba con los vecinos que descansaban de la jornada de trabajo. Las tertulias continuaban y los cuentos formaban parte de la reunión. Las mujeres charlaban al cuidando de los niños en el patio y galería de la casa adornada por plantas y enredaderas.

El vivo testimonio de estas misiones del Padre Mayoraz son las ermitas o pequeñas grutas y cruces que quedaron en las colonias. Una de ellas nace de la propuesta de un vecino José María Magnin, que ofrece levantar en la esquina del campo de su propiedad una Ermita que tenga como patrono a San Isidro. La razón de la elección del Santo escapa a la memoria del hijo (quien brinda el testimonio), Neris Magnin, que en ese año contaba con solo 11 años, pero se deduce por ser el Protector de la Agricultura.

Los vecinos de la Colonia Nueva al Norte todos fervientes católicos, descendientes de inmigrantes suizos, franceses, italianos se movilizaron para construir la gruta, muchos de sus hijos y nietos siguen hoy habitando la colonia. La idea de Magnin en el año 1958 fue apoyada por todos ellos, que sin escatimar esfuerzos comenzaron a aportar material y trabajo para concretarla.

Desde su inauguración pasó a ser un hito de referencia en el Camino a Primero de Mayo, un lugar de oración en especial en épocas de sequía o lluvias intensas, de caminata para dejar una flor.

El lugar que ocupa actualmente no es el original, pues la necesidad de ensanchar el camino a Primero de Mayo que obligó a retirarla más adentro de la propiedad, conservando la parte superior que quedó intacta al ser colocada sobre la parte nueva.

Fue así que en 1997, los vecinos idearon una Capilla que acompañara la gruta, dado que las misas y encuentros siempre se daban al aire libre. Paso a paso, con donaciones, beneficios y el servicio y ayuda de cada uno de los habitantes del lugar, creció la que hoy es la Capilla San Isidro Labrador de la Colonia Nueva al Norte.

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